Por lo menos 15 industrias del polo de Bento Gonçalves deberán seguir nuevo modelo de gestión y estandarizar proceso productivo a partir de 2013   Dentro de seis meses, ninguna industria fabricante de muebles del país podrá fabricar o importar cunas sin la certificación y registro en el Instituto Nacional de Metrología, Calidad y Tecnología-Inmetro. La resolución 269/2011 es una medida tomada por el gobierno federal en respuesta a  inconformidades constatadas, sobre todo, en los productos importados  que pueden perjudicar la estructura del mueble, causando accidentes. El plazo para la comercialización de cunas fuera de los estándares exigidos en ley se extiende hasta junio de 2013 y, a partir de 2014, también las tiendas de venta al público solamente podrán comercializar mobiliario certificado. En el polo de Bento Gonçalves, aproximadamente 15 fabricantes se están preparando para las exigencias y cuentan con la asesoría del Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial – Senai y del Centro Tecnológico del Mobiliario – Cetemo, para realizar ese proceso. La técnica en desarrollo de Senai/Cetemo, Luana Bombassaro, explica que para atender la resolución, las empresas deberán implementar un sistema de gestión adecuado y someter todos los componentes a pruebas experimentales, siendo que en la actualidad el Centro Tecnológico del Mobiliario- Cetemo es el único que tiene un laboratorio acreditado por Inmetro para hacer esas pruebas experimentales a las cunas. La necesidad de certificación deberá causar impacto tanto en el diseño de los productos como en los componentes utilizados, afectando el precio final del producto. “Quien perciba la exigencia legal como una oportunidad de mercado, estará al frente. Y, como la resolución abarca la gestión de todo el proceso fabril, es necesario un comprometimiento que va desde el diseñador y hasta del trabajador manual”, afirma.  Para Sindmóveis, la resolución exigirá una adaptación por parte de los fabricantes, pero es benéfica tanto para el consumidor como para las propias industrias, que tendrán orientación legal para la fabricación de cunas. La presidente de la entidad, Cátia Scarton, añade que la ocasión forzará cambios también por parte de los proveedores de la industria del mobiliario, ya que la ley restringe componentes y materias primas, en pro de la seguridad. “La certificación compulsoria tiene como intuito reducir el riesgo de accidentes. Siendo así, las entidades que representan el sector del mobiliario sólo pueden apoyar la iniciativa”, afirma Cátia Scarton. El empresario Ivo Cusin, de la empresa Multimóveis, fabricante de mobiliario infantil, considera que la resolución ha llegado para ajustar algunas industrias que venían colocando en el mercado productos de calidad inferior. Él apunta que la mayor dificultad en el momento es concientizar a los proveedores sobre las exigencias de la ley para que la adaptación de los componentes ocurra con más agilidad. Sin embargo, como las modificaciones en las bases, herrajes y chapas exigen investigación y adecuación de costos, es posible que hasta el fin del año  no todas las fabricantes hayan concluido el proceso de certificación. “Si el trabajo de fiscalización realmente es riguroso a partir del próximo año, las empresas que estuvieren dentro de las normas ciertamente serán beneficiadas”, proyecta.  Senai está ofreciendo asesoría a las empresas para la interpretación de las normas y su aplicabilidad en los productos, pasando por la evaluación dimensional de las líneas e indicación para ensayos de resistencia. La certificadora de Senai en Caxias do Sul sigue todo el sistema de certificación publicado en la resolución, evaluando documentaciones, proyectos y el sistema de gestión basado en 14 requisitos de ISO 9001. Son hechas, igualmente, auditorías en la fábrica para la verificación de la estandarización de la calidad y colecta de muestras aleatorias para ensayo. Para obtener el sello, es necesario encaminar registro para aprobación en el Instituto de Metrología, Calidad y Tecnología- INMETRO.